Hace unos 12 años hice mi primer corto. En Sevilla. Se llamaba «Diez minutos» y trataba de dos tíos que se sentaban en un banco a no hacer nada. A charlar y enarbolar teorías absurdas. Rodamos rodeados de amigos y con la sensación plena de que era algo a lo que nos gustaría dedicarnos toda la vida. A pesar de muchas cosas. De que el ruido del generador se coló en todas las tomas y los diálogos iban acompañados del sonido del motor. De que no sabíamos hacer un travelling o de que me gané una bronca por querer abandonar el rodaje para ir a comprar gasolina para un coche que salía en plano… Y es que, por lo visto, ése era un trabajo que no debía hacer yo, sino alguien de producción.
Pero aprendimos. Y luego vino lo mejor. Disfrutar la proyección en casa de mi amigo Raúl, en Plaza Moravia, rodeados de litros y lo que no eran litros. Y risas. Y amigos… Y un VHS.
Y entendí que por eso hacíamos cine. O vídeo. O lo que fuera aquello: nuestras historias.
El pasado domingo 10 de noviembre se presentó «Casting – La película» en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, en un Teatro Alameda abarrotado, repleto de butacas nuevas y de muchos, muchos amigos. Y familiares. Y conocidos. Y gente que no veía hace siglos.
Y volví a tener esa sensación que que por eso Y SÓLO POR ESO uno se dedica a esto. Y que sólo por eso uno puede estar dos años y medio liado con una historia, trabajando y arriesgando todo lo que tiene por sacarla adelante. Y por las risas. Y las emociones. Y las sorpresas. Y esa lágrima que, según me contaron en secreto, soltó alguno de mis primos.
Hasta ese día, la cinta ya se había proyectado en bastantes festivales, muchos más de los que nos pudimos imaginar en agosto de 2011, cuando rodábamos la película. Además de los que se contaron aquí, estos días se presenta en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y, el próximo martes 26 de noviembre, se volverá a ver en Madrid, en mi otra casa, con mi otra gente, en la Cineteca del Matadero, dentro del festival MadridImagen.
Ese día, los amigos de Madrid que queden por verla, tienen otra oportunidad. Y, para mí, de alguna manera, se habrá terminado este periplo. Eso sí. No sin antes cerrar el camino natural con un estreno técnico, que tendrá lugar el viernes 22 en los Multicines Atlántida de Arrecife de Lanzarote, donde permanecerá una semana para poder cerrar el papeleo.
Y ya está. Se acabó.
Porque hay que aceptar que, seguramente, la película se va a quedar donde está. Que, probablemente, nunca vamos a llegar a las salas comerciales. Que quizás, algún día, la gente podrá verla en Filmin y plataformas similares, en cuyo caso, iremos avisando con tiempo para los rezagados. Porque ya toca descansar. Decir adiós. Y jugar a otra cosa.
«Sólo un milagro podría hacer que cambiaran las cosas», oigo decir. Pero de lo que hay que ser consciente es que el MILAGRO ya ha ocurrido. Que hemos terminado una peli. La hemos presentado en la Sección Oficial de un Festival como Málaga cosechando dos biznagas para TODO EL ELENCO. Que hemos visto nuestra peli en salas repletas. Salas de España y de fuera. Hemos cumplido nuestro sueño MUCHO MÁS ALLÁ de lo que un día soñamos. Hemos hecho una peli. NUESTRA PELI. Y muchos ya la habéis disfrutado. Muchos lo seguiréis haciendo ya veremos de qué manera. Y encima, hemos salido vivos.
Las cosas no han salido como esperábamos. Han salido MUCHO MEJOR de lo soñado.
Por eso, cierro este blog dando la ENHORABUENA y las GRACIAS a todo el equipo, los actores, productores y toda la gente que ha ayudado a que hayamos llegado hasta aquí.
Y MIL GRACIAS a los que habéis estado ahí SIEMPRE. Y es que, al igual que ya hicimos hace 12 años con un corto que sonaba a turbodiésel, lo seguimos haciendo por vosotros.
Sed felices. Id al cine. Y hasta la próxima 😉
ABRAZOS.